A PROPOSITO DE LA TROCHITA
El legendario trencito de la patagonia, devenido en Tren Turístico en los últimos años, estuvo en las noticias de los últimas días y no por cuestiones recreativas. En realidad, fue victima propiciatoria de cuestiones que le son relativamente ajenas porque tambien se vinculan a su propia existencia. El corte de su minúscula vía sencilla que discurre por el desierto patagónico fue elegido por comunidades de los pueblos que defienden derechos ancestrales sobre sus tierras. Para quienes conocen el lugar, la cosa es clara : Que otra cosa se puede cortar allí que cause el efecto que se desea en esta clase de situaciones? Tirar unas piedras y unos durmientes viejos sobre los tambien antiguos rieles equivale al corte de una autopista o una avenida en Buenos Aires. El efecto es el mismo, aunque por la distancia y el desconocimiento que se tiene de los hechos en las grandes "cajas de resonancia" mediáticas del país, pereciera que las consecuencias fueron diferentes. Mientras acá se amaga con protocolos que rara vez se cumplen y se eterniza la negociación--aunque los afectados por los cortes sean muchísimos más--allá el accionar de las fuerzas fue rápido, expeditivo y violento. Ahora parece que la órden judicial no lo contemplaba. O como siempre, el hilo se corta por lo más delgado o, trándose de "mapuches" y, fieles a nuestra historia, no hay dilaciones a la hora del despojo y la violencia. Una cosa es reclamar aumentos o asistencia social y otra cosa es la pelea por la tierra. En la Patagonia y en cualquier parte del mundo.Más arriba, dijimos que La Trochita es relativamente ajena a la cuestión. Y es que, desde este sitio queremos y defendemos el transporte ferroviario, pero a la luz del contexto histórico en el que las vías ferreas fueron tambien las herramientas de instalación de un modelo productivo que significó en muchos casos--y no hay dudas que este es uno de ellos--la modificación sustancial de economías de subsistencia de quienes habitaban previamente esas tierras. El ramal Jacobacci-Esquel fue un medio de transporte y comunicación que mejoró las condiciones de vida de la gente y permitió conocer lugares de belleza incomparable, pero tambien fue funcional a intereses contrapuestos a las economías de los pobladores, aún a los no-mapuches. La producción triguera de los valles cordilleranos--en manos de los galeses--no pudo sobrevivir a la competencia de los productos de origen pampeano que el ferrocarril permitió transportar con rapidez y economía. Allí quedan los molinos atestiguando el pasado. Solo que los galeses, sus descendientes y otras corrientes inmigratrorias tuvieron mayor capacidad de adaptación a los cambios por provenir de culturas que ya los habían experimentado.Sobrevivió si, la ganadería. En el caso de la comunidades originarias, la modalidad de trashumancia colisionó con el establecimiento de grandes estancias, haciendo que el despojo fuera lento pero constante. Parece que se llegó a la instancia de un nuevo capítulo de este proceso que arranca con la colonización misma y del que los argentinos hemos sido cabales herederos. Ya no hay lugar para ellos. La Trochita y sus breves servicios turísticos quedaron en el medio de un problema antiguo y mayor .PteDerquientren.
El legendario trencito de la patagonia, devenido en Tren Turístico en los últimos años, estuvo en las noticias de los últimas días y no por cuestiones recreativas. En realidad, fue victima propiciatoria de cuestiones que le son relativamente ajenas porque tambien se vinculan a su propia existencia. El corte de su minúscula vía sencilla que discurre por el desierto patagónico fue elegido por comunidades de los pueblos que defienden derechos ancestrales sobre sus tierras. Para quienes conocen el lugar, la cosa es clara : Que otra cosa se puede cortar allí que cause el efecto que se desea en esta clase de situaciones? Tirar unas piedras y unos durmientes viejos sobre los tambien antiguos rieles equivale al corte de una autopista o una avenida en Buenos Aires. El efecto es el mismo, aunque por la distancia y el desconocimiento que se tiene de los hechos en las grandes "cajas de resonancia" mediáticas del país, pereciera que las consecuencias fueron diferentes. Mientras acá se amaga con protocolos que rara vez se cumplen y se eterniza la negociación--aunque los afectados por los cortes sean muchísimos más--allá el accionar de las fuerzas fue rápido, expeditivo y violento. Ahora parece que la órden judicial no lo contemplaba. O como siempre, el hilo se corta por lo más delgado o, trándose de "mapuches" y, fieles a nuestra historia, no hay dilaciones a la hora del despojo y la violencia. Una cosa es reclamar aumentos o asistencia social y otra cosa es la pelea por la tierra. En la Patagonia y en cualquier parte del mundo.Más arriba, dijimos que La Trochita es relativamente ajena a la cuestión. Y es que, desde este sitio queremos y defendemos el transporte ferroviario, pero a la luz del contexto histórico en el que las vías ferreas fueron tambien las herramientas de instalación de un modelo productivo que significó en muchos casos--y no hay dudas que este es uno de ellos--la modificación sustancial de economías de subsistencia de quienes habitaban previamente esas tierras. El ramal Jacobacci-Esquel fue un medio de transporte y comunicación que mejoró las condiciones de vida de la gente y permitió conocer lugares de belleza incomparable, pero tambien fue funcional a intereses contrapuestos a las economías de los pobladores, aún a los no-mapuches. La producción triguera de los valles cordilleranos--en manos de los galeses--no pudo sobrevivir a la competencia de los productos de origen pampeano que el ferrocarril permitió transportar con rapidez y economía. Allí quedan los molinos atestiguando el pasado. Solo que los galeses, sus descendientes y otras corrientes inmigratrorias tuvieron mayor capacidad de adaptación a los cambios por provenir de culturas que ya los habían experimentado.Sobrevivió si, la ganadería. En el caso de la comunidades originarias, la modalidad de trashumancia colisionó con el establecimiento de grandes estancias, haciendo que el despojo fuera lento pero constante. Parece que se llegó a la instancia de un nuevo capítulo de este proceso que arranca con la colonización misma y del que los argentinos hemos sido cabales herederos. Ya no hay lugar para ellos. La Trochita y sus breves servicios turísticos quedaron en el medio de un problema antiguo y mayor .PteDerquientren.
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